Queen Dark

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Queen Dark

de Kartell Beat

Sergio Licea Hernandez , David Perez Hamburg 2025

El futuro no descansa / Die Zukunft ruht nicht

El futuro no descansa / Die Zukunft ruht nicht

El futuro no descansa / Die Zukunft ruht nicht

Proyecto: El futuro no descansa / Die Zukunft ruht nicht

Autores:

  • David Pérez – Video y edición 

  • Con la participación de Sergio Licea Hernández (Nómada) – Manifiesto, música y audio


Medio / Técnica: Video, sonido, texto, dibujo
Formato: 8 mm, imágenes digitalizadas, posproducción experimental
Dimensiones: Formato 16:9, aprox. 3 × 1,69 m (dependiente de la proyección y el audio)
Proyección: En sala oscura sobre un muro envejecido y agrietado, con proyector (3000–5000 lúmenes), sonido estéreo
Año de realización: Hamburgo, 2025
Duración: 4:40 min


de Kartell Beat.

Somos un colectivo audiovisual experimental recién fundado por dos migrantes en la ciudad de Hamburgo, testigos y partícipes de un mundo que avanza de manera implacable —un mundo en el que el futuro es, al mismo tiempo, máquina y espejismo.
Estas perspectivas se vierten en una mirada crítica y precisa sobre nuestra existencia y nuestra realidad.
Creado con inteligencia emocional.


Concepto general

Este video trabaja con material de archivo ajeno y privado, digitalizado y posteriormente intervenido de forma experimental.
El objetivo es construir una narrativa audiovisual que encarne el manifiesto El futuro no descansa.
La obra se mueve en la tensión entre memoria, obsolescencia tecnológica y resistencia estética.

Nómada (Sergio Licea Hernández) crea un paisaje poético, político y emocional que reflexiona sobre la rutina, el exilio, el colapso y la tecnología.


Manifiesto visual y narrativo

La Zukunft ruht nicht —La obra articula la idea de un futuro que ni duerme ni negocia, un futuro que no se deja domesticar.
Somos cazadores de la belleza en la ruina, habitantes de ciudades que no nos pertenecen.
Migramos entre muros, acentos y algoritmos —un movimiento constante que cuestiona la permanencia.

La obra captura una “mini-explosión”: luces perturbadoras, rupturas, sonidos y grietas que suelen pasar inadvertidas.
La digitalización y manipulación de la imagen se convierten en un acto de resistencia frente a la obsolescencia tecnológica: la imagen deja de ser archivo estático y se transforma en un objeto de continua reconfiguración.
La memoria de los otros se convierte en objeto de investigación y cuestiona la permanencia de la identidad en la era digital.


Intención técnica y estética

  • Uso de material en 8 mm para generar textura, grano y sensación de tiempo transcurrido.

  • Digitalización y posproducción para reconstruir y resignificar la imagen —como archivo vivo que desafía la linealidad del tiempo.

  • Fragmentación visual y sonora para intensificar la ruptura, la memoria parcial y la disolución de la identidad.


Impacto conceptual

La obra no solo documenta: se convierte en gesto de resistencia.
A través de la manipulación de imágenes ajenas, cuestiona la permanencia del archivo digital y la identidad en el presente.
Cada escena se transforma en un fragmento de memoria viva, una ruina tecnológica que dialoga con el espectador sobre el olvido y la reconstrucción del recuerdo.

La frase “SOMOS OBSERVADORES DEL CONTAGIO” no es una metáfora inocua: es una crítica directa a la pasividad con la que aceptamos el control, la vigilancia, la programación mental y el desmantelamiento de nuestra autonomía.

Esta obra intenta interrumpir el flujo narrativo convencional —con belleza fragmentada, preguntas incómodas y densos paisajes sonoros.


El futuro no descansa

Somos cazadores de la belleza en las ruinas.
Habitantes de ciudades que no nos pertenecen.
Migramos entre muros, acentos y algoritmos.
Somos tormenta encerrada en un grano de arena, destellos de luz perturbadores.
Filmamos grietas, sonidos, rupturas que nadie registra.

El futuro no descansa, no duerme, no negocia.
Disfrazado de progreso, actúa como una máquina de desgaste.
Somos observadores del contagio de un ente sin sistema, sin rostro.
Un sistema que se alimenta de cuerpos ajenos, digitaliza el alma y privatiza el lenguaje.
Nacimos con cables enredados en nuestra piel.
Criados por pantallas, anestesiados por notificaciones.
Nos enseñaron a desear con un dedo,
a olvidar con un scroll.
A obedecer mediante la distracción.

Y entonces surge la pregunta:
¿Alguna vez creíste en algo?
¿Creíste en lo que somos hoy?
¿Sabes que basta con despertar
para que la energía empiece a funcionar?

Máquinas somos… máquinas.
Programados por la escuela, programados por la televisión.
Se avecina una guerra, y nuestro chip no funcionará.
Máquinas somos… máquinas.

Esto no es nostalgia.
Es un cuaderno de bitácora de resistencia,
una trinchera de sonido e imagen.
Un intento de habitar el tiempo sin que nos devore.
De nombrar lo invisible.
De interrumpir el guion.

POR NO HACER MAS

POR NO HACER MAS

Porno Hacer Mas

Trabajo consistente en un proceso de imágenes porno cinematográficas de 35 milímetros recicladas, que fueron obtenidas y seleccionadas en distribuidoras y cinemas porno de la ciudad.

El video consta de 4 pequeños ejercicios diferentes en el tratamiento de la imagen, pero manejando la misma temática y está  concebido como imagen de  dimensiones  de cine, dura 5 minutos.

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